La parroquia de San Esteban tiene una grieta importante
Es necesario acometer la obra pero AYUNTAMIENTO Y VECINOS deben implicarse en el problema
La parroquia de San Esteban de Arguedas necesita una cantidad importante de dinero para hacer frente a la obra de cerramiento de una grieta en la pared derecha y para consolidar el terreno donde se asientan el edificio y la torre. Se trata de un proyecto de gran magnitud que será imposible llevar a cabo sin la implicación de todos los vecinos y del Ayuntamiento.
¿Corre peligro de derrumbamiento?
Esa pregunta se la hacen muchos vecinos y los técnicos que han realizado el estudio geotécnico no se arriesgan a afirmar o a negar esa posibilidad. Al párroco no le han dado garantías absolutas de que nada ocurra, se quieren evitar alarmas, pero aconsejan una solución lo antes posible. Así como el edificio podría mantenerse en pie otros 500 años, también podría causar algún susto si el terreno cede más de lo previsto y sigue deteriorándose. Con el dinero donado por unos vecinos ya fallecidos, el párroco José Miramón pudo hacer frente a una primera obra. Se taparon las grietas menores de la Iglesia y se consolidó una parte del arco de la capilla de la Virgen del Rosario (la que está a la entrada a la derecha y tiene la grieta). En esa pared derecha, precisamente, se estudia la posibilidad de reabrir la puerta de entrada a la iglesia, como lo fue en sus inicios. Se llevaría a cabo como una de las soluciones a la grieta. Pero es necesario dinero para desarrollar el proyecto presentado. El edificio no es del Arzobispado, como piensan muchos vecinos, ya que la parroquia tiene su propio NIF y es patrimonio de Arguedas. Otra cosa será que el Arzobispado pueda ayudar, en mayor o menor medida, como lo ha hecho en otros edificios religiosos si se llevara adelante la obra. El párroco José Miramón ya presentó el estudio geotécnico en el Ayuntamiento, que rápidamente autorizó su realización. Lo mismo sucedió con las pequeñas obras que se
ejecutaron hace tres meses. No obstante, para consolidar la Iglesia y el asentamiento de la torre se tendría que hacer un pilotaje del suelo a más de 20 metros de profundidad y construir una abrazadera alrededor del edificio para evitar movimientos del terreno. La parroquia y la torre se asientan sobre un suelo inestable de yesos y en el subsuelo existen corrientes de aguas subterráneas que poco a poco van escarbando el terreno. “La obra es de gran magnitud y sin la ayuda del pueblo será complicado e imposible hacerla”, comentó el párroco arguedano, que animó a los vecinos y empresas a colaborar con donativos (que tienen una desgravación importante) o mediante la ley de mecenazgo (que también desgrava en Hacienda). José Miramón ha informado en las misas de las vías para solucionar el problema y se plantea una reunión con los vecinos en el mes de septiembre para informar de la situación con más detalles.