Arguedas solicita que el Encierro de El Estrecho se declare Fiesta de Interés Turístico

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El Ayuntamiento de Arguedas, presidido por Fernando Mendoza, va a solicitar al Gobierno de Navarra que declare el encierro de El Estrecho como Fiesta de Interés Turístico de Navarra. El consistorio arguedano lo aprobó en pleno municipal para así poder hacer todos los trámites pertinentes para la petición al departamento de Cultura y Turismo de este reconocimiento.

El  encierro del Estrecho de Arguedas, acto principal de las fiestas, conjuga la tradición, la emoción y el encanto de este singular paraje, un evento que cada año atrae a más adeptos, que cada año sorprende con sus trepidantes carreras de los más valientes entre las estrechas formaciones creadas en la peña, donde su principal atractivo radica cuando las reses intentan escapar del recorrido creando momentos de emoción, y más de una vez sustos entre los asistentes.

Este encierro se remonta a principios del siglo XX, cuando las reses se traían guiadas por el monte desde el Jugatillo por la Sierra del Yugo, para torearlas durante las fiestas a principios de septiembre. Antiguamente las vacas se llevaban por la noche con pastores y caballos para conducirlas hasta los corrales del pueblo sin peligro para la gente, pero poco a poco la gente del pueblo empezó a subir al monte y ver como dirigían a las vacas desde carros improvisados para la ocasión.

Al llegar los nuevos tiempos y los camiones de ganado, sobre los años 50, se dejo de traer al ganado guíado y se empezó a soltar el ganado desde detrás de la iglesia tal cual se conoce hoy como el encierro de La Concha, perdiéndose así esa tradición arguedana, que sobre los años 80 se recuperó, soltando las reses desde la parte alta del Estrecho, y con vallas improvisadas, las cuales provocaban todavía más emoción y sobresaltos entre el público.

Poco a poco y a lo largo de los años se han implementado las medidas de seguridad obligatorias, pero a pesar de ello la emoción y magia del Estrecho continua en un entorno con mucho encanto y hechizo que cada día seduce a más público asistente, a la vez que fomenta el turismo en la zona de la Ribera de Navarra.